Todo el proceso de elaboración de una joya gira en torno a la creatividad; los diseñadores tenemos hoy en día a nuestra disposición innovaciones tecnológicas con las que realizar el proceso de diseño sin casi límites, más allá de los propios materiales en que finalmente elaboremos las joyas.

Por encima de un buen dibujo o una buena idea, el concepto sobre el que se va a trabajar tiene que conseguir transmitir sensaciones, matices y contar también con una armonía de proporciones y contrastes que consigan que la joya no deje indiferentes a aquellos que la observan.

Sí, "que la observan" porque las joyas no sólo se lucen, también se observan: unas veces como los dulces tras el escaparate, otras como las pequeñas obras de arte en un museo, pero la mayoría de las veces como palabras que hablan de ti, antes de que alguien te pueda conocer...

Esta amalgama de ideas, materiales, oficios e innovación es a lo que hoy llamamos el proceso de diseño de joyas.

La autoría está detrás de cualquier joya con personalidad. El mercado admite las tendencias que generan joyas muy comerciales y que generalmente están fabricadas en Asia, pero son las otras joyas, aquellas  que se desmarcan a través de la inovación y del diseño, las que se convierten en atemporales y hablan de las personas que las utilizan.

En Ardentia desarrollamos muchas de nuestras colecciones a través del diseño 3D y del uso de nuevas tecnologías, como las impresoras 3D, aunque siempre son las técnicas tradicionales de oficio y los procesos manuales los que le dan a cada joya el peso específico en cuanto a su forma y acabado final.

Además, hoy y aquí, os desvelamos algunos de los componentes secretos que utilizamos durante el proceso de diseño de nuestras colecciones:

mucho, mucho trabajo, cucharadas soperas de ilusión y que no falten siempre unas pizcas de pasión. ;)

Recuerda que detrás de una joya Ardentia siempre hay al menos una persona que ha puesto su tiempo y su oficio para materializarla.

 

El anillo de la foto es de nuestra colección Origami.